Podría causar una fractura y una gran pérdida para el movimiento

Coordinador de la campaña presidencial de Andrés Manuel López Obrador y legislador clave para la 4T, Ricardo Monreal podría convertirse en el factor que ocasione la fractura en Morena rumbo a las elecciones presidenciales del 2024.

El político zacatecano ha manifestado su interés en contender por la que será la segunda candidatura presidencial de Morena en sus ocho años como partido político, sin embargo, ha recibido ciertos «desaires»: no fue enlistado por el presidente Andrés Manuel López Obrador como una posible «corcholata» como sí sucedió con el canciller Marcelo Ebrard y la jefa de Gobierno, Claudia Sheinbaum; no ha sido escuchada su propuesta de que no sea mediante una encuesta que se elija al abanderado y tampoco fue invitado a Toluca, donde el pasado 12 de junio se dio el banderazo de salida a la contienda por el Palacio Nacional.

“No haber invitado a Ricardo Monreal a esta pasarela de precandidatos, ya habla de un proceso de fractura interna. Ricardo Monreal es uno de los políticos más experimentados de la vida política de México y es un hombre que ha demostrado una enorme capacidad de adaptación e incluso de adaptarse a diferentes escenarios adversos. Ha pasado ya por varios partidos, así que no sería novedoso que él saliese de Morena”, advierte Edgar Ortiz Arellano, analista político de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNAM.

Desde hace más de 40 años, Ricardo Monreal Ávila ha estado en la vida política de México. En cuatro décadas ha sido tres veces diputado federal, dos veces senador de la República, gobernador de Zacatecas, alcalde de Cuauhtémoc en la Ciudad de México, aspirante a la Jefatura de Gobierno, coordinador de la campaña presidencial de López Obrador y desde el año pasado, ha manifestado su intención por competir por la candidatura a la Presidencia de la República.

“Estoy preparado, tengo experiencia acumulada, tengo 45 años en el servicio público, provengo de una familia humilde, 14 hermanos, he sido producto de la cultura del esfuerzo y creo que soy el mejor para suceder al presidente López Obrador”, dijo durante la presentación de su libro “Las grandes reformas para el cambio de régimen”, en San Luis Potosí hace unas semanas.

Para la académica de la Universidad Iberoamericana, Ivonne Acuña, la exclusión de Ricardo Monreal en la lista de “seis corcholatas” enunciada por el presidente no fue un descuido de presidente, sino una muestra de una lejanía entre el mandatario federal y el legislador zacatecano.

“La actitud del presidente es clara: ya no lo invita a desayunar como al inicio de la administración, ese es un signo de distanciamiento”, refiere.

Los analistas coinciden en que parte del distanciamiento entre el presidente y el líder de Morena en el Senado se debe a los resultados de las elecciones de 2021, cuando en la Ciudad de México Morena perdió la mitad de las alcaldías, incluida la Cuauhtémoc, demarcación que estaba bajo el poder político de Monreal.

“Monreal reventó la candidatura de Dolores Padierna para poner una persona cercana a él, Sandra Cuevas, y eso se lo cobró López Obrador, mandando como contrapeso a Olga Sánchez Cordero al Senado”, dice Telésforo Nava, analista político y académico de la Universidad Autónoma de México.

Los señalamientos llegaron incluso de miembros de su partido y el senador se defendió: «No traicione al movimiento, no soy responsable de nada. No puedo torcerle el brazo a los electores de la Cuauhtémoc. Yo no soy dirigente de partido, no tuvo responsabilidad alguna en la Ciudad de México y no estoy dispuesto a ser chivo expiatorio de nadie. Que cada quien asuma su responsabilidad. Soy un hombre serio, respetable, responsable de lo que hago».

Pero desde Palacio Nacional vinieron movimientos. A Gabriel García, dejó la coordinación general de Programas para el Desarrollo de la Presidencia de la República para retomar su escaño en el Senado, lo que también sucedió con Olga Sánchez Cordero, quien llegó a la presidencia de la Mesa Directiva, acciones que se interpretaron de vigilancia para el exgobernador de Zacatecas.

Los desayunos de cada semana, en los que había chilaquiles, café y coyotas, se terminaron también. En febrero de 2021 se dio la última visita del legislador a Palacio Nacional.

A Ricardo Monreal la llamada 4T le debe varias de las reformas constitucionales aprobadas en el primer trienio del gobierno de López Obrador. Él fue pieza clave en la construcción de alianzas y negociaciones para concretar la creación de la Guardia Nacional y sus tres leyes secundarias; la Revocación de Mandato y la Consulta Popular.

El senador Ricardo Monreal se ha pronunciado en contra de las encuestas, como método para elegir la candidatura presidencial, misma que ha sido avalada por el presidente López Obrador.

Alejandro Armenta, legislador cercano a Monreal, presentó una iniciativa para modificar la Ley General de Partidos Políticos que buscaba garantizar la objetividad, certeza, imparcialidad y transparencia en los procesos internos de selección de candidatos y que éstos no fuera elegidos mediante encuestas.

El propio Ricardo Monreal ha usado palabras del presidente López Obrador para referirse a la exclusión de la que es objeto. “Es un timbre de orgullo que me excluyan”, dijo luego de que no fuera invitado al desayuno en Toluca, Estado de México en el que Marcelo Ebrard, Claudia Sheinbaum y Adán Augusto López convocaron a la unidad.

“No fui invitado al desayuno denominado de la unidad. Solo recibí el jueves o viernes una llamada telefónica del presidente Mario Delgado para que a través mío se le invitara a los senadores y senadoras asistir al acto de las 11 de la mañana”, así confirmó la exclusión de la que fue parte.