Ciudad de México.- La madrugada del 5 de junio, Antonio y Luis esperaban un taxi de aplicación tras salir de un bar en Lomas de Sotelo. 

En ese momento fueron abordados por policías municipales de Naucalpan, quienes con el pretexto de una revisión, los golpearon, torturaron, asaltaron y amenazaron.

Conforme la denuncia presentada, ambos fueron subidos a una patrulla, la cual circuló por 30 minutos mientras recibían golpes y eran despojados de celulares, carteras, ropa y mochilas.

Luego los dejaron ir bajo amenazas para que no acudieran a presentar denuncia.

Al revisar su cuenta bancaria, Antonio constató que le habían despojado de 30 mil pesos y que con una de sus tarjetas de crédito realizaron varias compras.

Pero el de la pareja de amigos no es el único caso en que uniformados están involucrados en abusos, golpizas y asaltos.

REFORMA entrevistó a cuatro víctimas, las cuales coinciden en que los agentes repiten un modo de operar, el cual inicia con una supuesta revisión para posteriormente subir a los ciudadanos a una patrulla y comenzar con las agresiones y los robos.

“Me destrozaron todo el brazo derecho, en las rodillas me hicieron un agujero en cada una, la rodilla derecha todavía la tengo inmóvil porque me recetaron muletas, tengo fisuras”, narró Antonio.

“Nos estuvieron llevando como 30 o 40 minutos, golpeándonos todo el tiempo, robándonos, nos estaban torturando”, agregó.

Todas las víctimas iniciaron denuncias en la Fiscalía de Justicia del Estado de México.